¿Busca el Rostro de Dios?

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Aprenda Lo Que Significa Buscar el Rostro de Dios y Dónde Encontrarlo

Me encanta cantar canciones de adoración que dan paso a la presencia del Señor. No sólo lo disfruto en la iglesia, sino que a menudo pongo música de adoración en casa cuando me dispongo a pasar un tiempo privado con el Señor o a escribir sobre Él. Pero para mí la letra de cualquier canción de adoración es tan importante como la música y las armonías. Necesito entender las palabras que estoy cantando y realmente decirlas con sinceridad. De lo contrario, la música podría ser de cualquier género.

Incluso mientras lucho por aprender español mientras sirvo en Costa Rica, me he dado cuenta que es muy importante entender las palabras de las canciones de alabanza y adoración que estamos cantando en español. No es raro que las personas en la iglesia nos vean a mi esposo y a mí revisando nuestros teléfonos durante el tiempo de la alabanza. No estamos siendo irrespetuosos y jugando con nuestros teléfonos. En cambio, estamos usando un traductor para traducir la letra para que verdaderamente podamos unir nuestros corazones con la adoración a través de la canción.

Un domingo en particular mientras se cantaba una canción, la congregación proclamaba que pertenecemos a la presencia de Dios y buscamos Su rostro. Buscamos Su rostro. Esa letra me llamó la atención. ¿Busco el rostro de Dios? ¿Cómo encuentro el rostro de Dios? Y fue entonces cuando comencé a orar al respecto y a buscar en la Palabra de Dios para aprender lo que significa buscar Su rostro.

Consideremos cómo encontramos el rostro de Dios para buscarlo verdaderamente cuando anhelamos una relación más profunda con Él y proclamamos que buscamos Su rostro.

¿Qué Quería David Cuando Buscaba el Rostro de Dios?

Cuando el rey Saúl perseguía a David para matarlo, David escribió un salmo en el que declaraba al Señor que buscaría Su rostro cuando el Señor se lo pidiera (Salmos 27:8). Además, después de que David se convirtió en rey y llevaba el arca a Jerusalén, escribió un salmo de gratitud en el que animaba al pueblo a buscar continuamente el rostro de Dios (1 Crónicas 16:11).

¿Qué quiso decir David cuando escribió sobre buscar el rostro de Dios? La Versión Amplificada de estas dos escrituras nos ayuda a entender que cuando David buscaba el rostro de Dios, él anhelaba Su presencia como una cuestión de necesidad y con la autoridad de la Palabra de Dios.

¿Qué beneficio vio David en buscar el rostro de Dios? David quería que Dios lo guiara y le enseñara (Salmos 32:8). Él comprendió que Dios lo guiaría con Sus ojos (Salmos 32:8).

Cuando declaramos al Señor que queremos ver Su rostro, o que estamos buscando Su rostro, ¿estamos buscando la instrucción y guía de Dios en nuestras vidas? ¿Cómo puede Dios guiarnos con Sus ojos si no estamos mirando Su rostro? Para recibir la instrucción y guía de Dios, debemos buscar el rostro de Dios.

¿Nos Posiciona Dios para Ver Su Rostro?

Como mencionó David en Salmos 27:8, Dios quiere que busquemos Su rostro. Si nos sometemos a Dios, Él en realidad nos posiciona para mirar Su rostro. Él nos sostiene con Su mano derecha (Salmos 18:35). Si eso es todo lo que Él hizo, entonces seguimos siendo vulnerables a las distracciones porque miramos fácil y cómodamente a nuestro alrededor, a las cosas que el mundo ofrece.

Dios sabe que somos tentados por el mundo. Por eso, nos hace mirar hacia Él tomándonos de la mano derecha (Salmo 73:23). Con su mano derecha en la mano derecha de Dios, Dios lo está posicionando para que lo mire a la cara y pueda guiarlo con Sus ojos. Él tiene su atención y usted no se distrae fácilmente.

Dios anhela guiarnos, enseñarnos y aconsejarnos. Lo hace cuando miramos Su rostro, cuando permanecemos en Su presencia.

¿Es Posible Ver el Rostro de Dios?

¿Es realmente posible ver el rostro de Dios? En Éxodo 33:11-23, Moisés buscó conocer a Dios más profundamente. Moisés pidió a Dios que le mostrara Su camino para poder conocerlo (Éxodo 33:13). La Versión Amplificada del versículo 13 deja claro que Moisés buscaba conocer a Dios "más profunda e íntimamente". Después de algunas idas y venidas sobre la presencia de Dios con Moisés, Moisés le pidió a Dios que le mostrara Su gloria (Éxodo 33:18). Dios le explicó a Moisés que haría pasar Su bondad ante él, pero que no podría ver el rostro de Dios porque ningún hombre podría verlo y vivir (Éxodo 33:19-20).

De nuevo, Moisés busca conocer a Dios más profundamente. Pero antes de hacer su petición, el versículo 11 describe la relación de Moisés con Dios como una en la que Dios le hablaba cara a cara. Sin embargo, el versículo 20 nos dice que nadie puede ver el rostro de Dios. De hecho, en el versículo 23 Dios le explica a Moisés que no verá el rostro de Dios. ¡Es imposible ver el rostro de Dios! Dios es Espíritu (Juan 4:24). Aunque se le personifica como si tuviera cara y manos, no podemos ver Su rostro.

¿Qué es esta relación cara a cara que Moisés tenía con Dios? Consideremos otras escrituras relacionadas con el rostro de Dios. Dios hace brillar Su rostro sobre nosotros y nos enseña (Salmo 119:135). El apóstol Pablo explicó a la iglesia de Corinto que, aunque en la actualidad no vemos con claridad, cuando veamos a Dios cara a cara, conoceremos con más claridad como somos conocidos por Él (1 Corintios 13:12). Cuando estas escrituras hablan del rostro de Dios brillando sobre nosotros, o de estar cara a cara con Dios, es en el contexto de la enseñanza.

Estar cara a cara con Dios es estar en una posición de escuchar de Él, ser guiado por Él, ser aconsejado. Estar cara a cara con Dios aumenta nuestro conocimiento de Él, profundiza nuestra relación con Él, tal como Moisés lo buscó en Éxodo 33.

¿Dónde Encontramos el Rostro de Dios? 

Cuando buscamos el rostro de Dios, estamos buscando Su guía, Su consejo y una relación más profunda con Él. ¿Pero no obtenemos esas cosas de Su Palabra? Considere los siguientes versículos sobre lo que hace la Palabra de Dios.

• Expone la verdad (Juan 8:31-32)
• Nos limpia (Juan 15:3)
• Santifica a la iglesia (Efesios 5:26-27)
• Actúa eficazmente en nosotros (1 Tesalonicenses 2:13)
• Discierne los pensamientos y las intenciones del corazón (Hebreos 4:12)
• Instruye divinamente (1 Pedro 1:25)

Según estas escrituras, la Palabra de Dios nos enseña, nos guía y nos lleva a una relación más profunda con Él, que son las mismas cosas que buscamos cuando buscamos el rostro de Dios. Por lo tanto, cuando buscamos el rostro de Dios, u oramos a Dios como lo hizo David, diciendo: "Busco tu rostro", estamos buscando una relación más profunda con Dios a través de Su enseñanza. ¿Cómo enseña Él? A través de Su Palabra. Para buscar el rostro de Dios, debemos estar en Su Palabra.

He oído a muchas personas decir que no obtienen nada de la lectura de la Biblia porque no la entienden. Sin embargo, Dios nos asegura que la Palabra no está oculta ni alejada de nosotros, sino que está cerca de nosotros, en nuestra boca y en nuestro corazón, para que la entendamos y actuemos conforme a ella (Deuteronomio 30:11-14).

El apóstol Pablo explicó a Timoteo que la Palabra nos es dada por Dios para que por ella seamos perfeccionados (completos y competentes) y completamente equipados para hacer toda buena obra.

La Palabra de Dios también mejora nuestro tiempo de oración. La oración por sí sola no es suficiente para hacer crecer nuestra relación con Dios. No podemos orar la Palabra si no conocemos la Palabra. No podemos saber cómo orar Su voluntad si no conocemos Su voluntad como se enseña en Su Palabra. Una relación más profunda con Dios es posible sólo a través de una vida de oración apoyada por el tiempo en Su Palabra.

No Lo Hacemos Solos

Encontramos el rostro de Dios en la Palabra, que es donde Dios se nos revela. Si buscamos Su rostro, lo que significa que pasamos tiempo en la Palabra, encontraremos que la Palabra estará muy cerca de nosotros, en nuestras bocas, mentes y corazones para que podamos hacer lo que Dios pida. Nos enseñará, nos guiará y nos equipará completamente para toda buena obra que Dios quiera que hagamos.

David reconoció la instrucción de Dios de buscar Su rostro. Buscar el rostro de Dios significa buscar Su presencia y aprender de Él. Dios nos posiciona para recibir instrucción de Él al sostener nuestra mano derecha en Su mano derecha y guiarnos con Sus ojos. Esta guía proviene de la Palabra. Así como Moisés buscó una relación más profunda con Dios a través de la comunicación con Él, nosotros también debemos buscar el rostro de Dios a través de la oración apoyada por la lectura y el estudio de la Biblia.

Esto no es demasiado difícil. La Palabra no está demasiado lejos. Está muy cerca de nosotros y nos equipa para hacer toda buena obra que Dios nos pide. En la Palabra de Dios es donde encontramos el rostro de Dios. Y podemos estar seguros de que lo encontraremos cuando lo busquemos en Su Palabra.