Podemos Aprender a Mantener una Actitud Ganadora Así Como los Atletas Olímpicos

Puede Descubrir Características Fundamentales con el Ejemplo del Apóstol Pablo

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    Mientras estoy sentada frente a mi escritorio y escribo este artículo, Nathan Chen está siendo aclamado por el mundo por haber establecido un récord mundial con su actuación en patinaje artístico durante el corto programa masculino en Pekín. He visto los Juegos Olímpicos 2022 por más horas de las que me gustaría admitir. He visto grandes momentos en los que los atletas han conseguido sus mejores marcas personales y he visto un gran sufrimiento cuando las actuaciones no han estado a la altura de los objetivos de los atletas.

    Esta última semana también me despedí de una valiosa amiga, quien fue aclamada por lograr grandes cosas en su caminar con Dios aun cuando sufrió de artritis reumatoide por más de treinta años. Y durante los últimos años de su vida, no sufrió solo una enfermedad autoinmune, sino cuatro. El mundo no conocerá su nombre. Su rostro nunca apareció artículos periodísticos, con la excepción del obituario después de su muerte. No obstante, fue aclamada por ser una maravillosa alentadora y guerrera de oración por todos los que la conocía.

    ¿Qué tienen en común Nathan Chen, los numerosos atletas que han logrado su objetivo de llegar a los Juegos Olímpicos y esta querida amiga mía? Han aprendido a mantener una actitud ganadora.

    La Actitud Ganadora del Apóstol Pablo

    Podemos aprender del apóstol Pablo cómo mantener una actitud ganadora. Filipenses 3:8-15 identifica cuatro características que se combinan para formar esa actitud. Si adoptamos estas características en nuestras vidas, entonces veremos el crecimiento espiritual en nosotros mismos.

    Además, es importante que tengamos una actitud ganadora colectiva para que Dios obre aún más en su iglesia y por medio de la misma. Él quiere que su iglesia dé fruto (Juan 15:1-2). Él ha prometido que haremos cosas más grandes que las que Él hizo en esta tierra (Juan 14:12). A medida que todos aportamos una actitud ganadora como cuerpo de Cristo, veremos a Dios obrar de una manera más grande por medio de su iglesia, confirmando su palabra con las señales que la siguen (Marcos 16:20).

    Analicemos Filipenses 3:8-15 para identificar las características de Pablo que le ayudaron a mantener una actitud ganadora.

    Anhelo

    Pablo anhelaba más a través de la fe. En Filipenses 3:8-11, expresó que deseaba conocer más a Cristo, conociendo el poder de su resurrección y la participación de sus sufrimientos, para llegar a ser semejante a Él en su muerte. Él deseaba estas cosas para alcanzar la resurrección de los muertos, lo cual es vivir en el cielo.

    Si queremos tener una actitud ganadora, tenemos que anhelar más de Dios. Si estamos satisfechos con lo que hemos experimentado en Dios y con nuestra relación con Él de la forma en que se encuentra hoy, nos volveremos complacientes. Solo cuando anhelamos más de Él es que leemos su palabra, oramos, ayunamos, diezmamos. Y si hacemos estas cosas ahora, anhelando más, aumentaremos lo que hemos estado haciendo rutinariamente.

    Y sea cuidadoso. No compare lo que está haciendo y cómo está viviendo con lo que otras personas están haciendo o cómo están viviendo. Tales comparaciones conllevan a la mediocridad y al contentamiento con el estatus quo. En cambio, ponga su enfoque en Cristo como su estándar. Todos somos llamados e instruidos a ser como Cristo. Esto significa caminar así como Cristo caminó en esta tierra (Efesios 5:1-2). Así que, para estar equipado para hacer lo que Dios se ha propuesto que usted haga individualmente, y para que el cuerpo de Cristo lo haga colectivamente, anhele más de Dios y ponga su enfoque en la vida de Cristo como su estándar.

    Compromiso

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      En Filipenses 3:12, Pablo se comprometió a seguir a Cristo y las cosas de Dios. El apóstol Pedro animó a aquellos que estaban siendo perseguidos por causa de Cristo a confiar la custodia de sus almas a Dios, el Creador (1 Pedro 4:19). Pablo ilustró cómo se ve eso en 2 Timoteo 1:12.

      Incluso cuando Pablo estaba sufriendo, él soportó sin sentir vergüenza. Lo hizo poniendo su mente en Cristo y en la capacidad de Cristo para mantener a Pablo en el camino que le había propuesto. Para tener una actitud ganadora, comprométase a enfocarse en Cristo y en la meta de ser como Él, teniendo la confianza de que Cristo le permitirá hacer todo lo que Él se ha propuesto que logre.

      Elección

      Pablo decidió aspirar al futuro, a la meta, no al pasado (Filipenses 3:13). Nosotros podemos hacer lo mismo. Y Josué del Antiguo Testamento eligió servir al Señor y desafió a Israel a elegir cómo vivir (Josué 24:15).

      Así como lo hizo Josué, elija servir al Señor. Tome esa decisión diariamente. Siempre que tome decisiones en su vida, sean las que sean, elija la opción que glorifique a Dios. Cuando considere dónde trabajar, cómo vestirse, cómo pasar su tiempo, cómo hablar, elija siempre lo que glorifique a Dios. Incluso cuando esté considerando con quién salir, haga su elección con el fin de glorificar a Dios.

      Asimismo, note que Pablo eligió centrarse en el futuro, no en el pasado. No permita que las cosas del pasado le distraigan de su objetivo para el futuro. Su pasado ha terminado. Su infancia ha terminado. Los horribles errores que ha cometido en el pasado han terminado. Como hijo de Dios, ha sido perdonado. No se concentre en esas cosas. No permita que Satanás lo convenza de que no puede crecer en Cristo o ser usado en el servicio de Dios debido a su pasado. En cambio, elija centrarse en el futuro, así como lo hizo Pablo. Concéntrese en quién es usted en Cristo, no en lo que ha hecho o experimentado en el pasado. Usted es un hijo de Dios. Usted es miembro de un sacerdocio real. Usted es el amado de Dios. Usted ha sido llamado por Dios para un propósito. Elija mantenerse enfocado en esas cosas.

      Contienda

      Pablo se esforzó por alcanzar su meta, que era el premio de Cristo (Filipenses 3:14). Esto es consistente con la exhortación de Judas de contender por la fe (Judas 1:3).

      ¿Qué significa contender? Significa luchar para completar algo. Cuando Pablo presionó hacia su meta, luchó contra cualquier oposición. Lo hizo para completar la meta y ganar el premio de Cristo Jesús. Perseguir algo, luchar por algo, es una acción deliberada. Siempre que surja una oposición, hay que superarla, incluso si se trata de un simple agotamiento. Cuando está cansado y no puede mantenerse despierto para orar, leer la palabra de Dios, ir a la iglesia, insista a pesar del cansancio que siente. Elija honrar sus compromisos. Permita que ese anhelo de querer más de Cristo lo motive a insistir a llegar más allá a pesar del agotamiento.

      Cuando el dinero es escaso y no sabe cómo va a pagar las facturas, supere el miedo. Tenga confianza en Dios y pague su diezmo primero, luego vea cómo Dios provee todo lo que necesita. Siga adelante. Contienda por sus metas espirituales y los objetivos del cuerpo de Cristo.

      Completar el Curso

      Al igual que mi querida amiga, a la que le dimos sepultura la semana pasada, Pablo completó con éxito el curso que se le había encomendado (2 Timoteo 4:7). Lo hizo porque tuvo y mantuvo una actitud ganadora. Hagamos lo mismo anhelando, comprometiéndonos, eligiendo y contendiendo.

      • Anhele más de Cristo, incluyendo conocerlo más personalmente;
      • Comprométase a seguir a Cristo y las cosas de Dios;
      • Elija cada día mirar hacia el futuro y tomar decisiones que glorifiquen a Dios; y
      • Contienda por la meta al poner al compromiso y la elección en acción mientras busca intencionalmente la palabra de Dios, comprende esa palabra y los caminos de Dios.

      ¡Atesore a Dios! Atesore su relación con Él. No la arroje descuidadamente por aquí y por allá. Sino que guárdela en todo momento, así como lo haría con una posesión preciada.

      Note que todas las características de la vida de Pablo incluían el enfoque. Él enfocó su mente, corazón, elecciones y acciones en la meta de alcanzar más de Cristo. Nosotros podemos hacer lo mismo. Y al hacerlo, podemos tener la confianza de que mantendremos una actitud ganadora y veremos un crecimiento espiritual en nosotros mismos y en el cuerpo de Cristo.

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