¿Le da vueltas la cabeza al improvisar un testimonio?

Abra su boca y permita que Dios la llene con las palabras que Él quiere que usted diga

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    ¿Alguna vez ha tenido una oportunidad inesperada de compartir su testimonio, sus creencias o las escrituras y todo lo que pudo hacer fue... atragantarse? Aunque la Biblia nos dice «que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina» (2 Timoteo 4:2), a menudo nos falta la confianza para hablar cuando se nos presenta una oportunidad para la que no nos hemos preparado. Este versículo solía intimidarme mucho, especialmente cuando era nueva en la fe. Entonces encontré Salmos 81:10 en el que Dios nos dice que abramos la boca y Él la llenará.

    Recientemente, tuve la oportunidad de poner a prueba mi fe en Salmos 81:10 y superar la intimidación que había estado sintiendo. Con la esperanza de ayudarle a superar la intimidación mientras se esfuerza por compartir audazmente su testimonio, creencias y las escrituras cuando se le da la oportunidad, voy a compartir mi última experiencia.

    Estudio bíblico y ejemplo improvisado

    En ocasiones, tengo la oportunidad de dirigir estudios bíblicos con personas que tienen distintas creencias a las mías. Por lo general, me siento cómoda haciéndolo porque todos acordamos de antemano que estudiaremos lo que dice la Biblia sin intentar persuadir o convencer a los demás de que cambien sus puntos de vista. El plan de estudios bíblicos que utilizo se ciñe mucho a las palabras auténticas de las Escrituras. Por eso, cuando sé que habrá temas que probablemente difieren de las creencias de los demás, me aseguro de haber estudiado bien el material y de estar preparada para la discusión.

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      Una noche, mientras mi esposo y yo organizábamos un estudio bíblico con una persona con la que trabajaba y su esposo, a quienes llamaré Abby y Bob, el material que había preparado para discutir me hizo recordar una historia que comencé a compartir. Y entonces... me atraganté... a mitad de la frase me di cuenta de que me estaba aventurando en un tema con el que podrían tener dificultades porque no era coherente con sus creencias. Todavía no había sentado las bases de las escrituras para este material. Literalmente tartamudeé a mitad de la frase. El miedo se apoderó de mí en ese momento. Casi no iba a terminar la oración. Cuando me di cuenta, me detuve, tragué saliva y oré: «Señor, ¿a dónde voy con esto ahora? No estoy preparada para esta discusión».

      Entonces, ¿qué hice? Bueno, ¡es más importante entender lo que Dios hizo!

      La preparación de Dios

      Después de orar en silencio, hice algo que en realidad no contribuía a la importancia del tema. Respiré profundamente. Luego, abrí la boca, y ¿qué cree que hizo Dios? Dios la llenó con las palabras que eran necesarias para que Bob y Abby recibieran la enseñanza.

      No solo eso, sino que sin saberlo, Dios ya había preparado a Abby y Bob para la conversación que estaba a punto de ocurrir. Su pastor había estado presentando una serie de lecciones sobre las falacias de cierta doctrina. Aunque el tema que estábamos discutiendo no era parte de las lecciones de su pastor, nuestro tema provenía de la misma historia de las falacias que él había presentado.

      ¡De verdad! ¡Dios había preparado a Abby y a Bob para lo que iban a escuchar de mí a través de las enseñanzas de su propio pastor! ¡Asombroso!

      ¡Y continúa! Abby y Bob hicieron algunas preguntas muy buenas. Preguntas difíciles que no estaba preparada para responder.

      Pero ¿qué cree que hice? Abrí la boca.

      ¿Qué cree que hizo Dios? ¡Llenó mi boca con las palabras que Bob y Abby estaban preparados para escuchar!

      ¡Dios es tan fiel! ¡Oh, alabado sea el Señor!

      Podemos tener confianza

      Entonces, ¿por qué comparto esto? Para animarlos a marchar directamente a través de cualquier intimidación que pueda alcanzarlos y asfixiarlos. Como dije, estaba avanzando felizmente en lo que había preparado para decir, simplemente me desvié un poco para compartir una historia que había escuchado muchas veces, cuando la intimidación, el miedo, me tomó por la garganta y casi me detuve. Estaba muy asustada para compartir lo que Dios claramente había puesto en mi mente y lo que Él había preparado para que Bob y Abby recibieran.

      La verdad es que no tenemos nada que temer y nada que vencer porque Él es todo en todo y somos más que vencedores por medio de Él. El reconocimiento de esta verdad no es halagador para el sentido de heroísmo del trabajador, pero es asombrosamente glorioso para la obra de Cristo.

      [Traducción literal del libro Approved Unto God por Oswald Chambers, el cual no tiene traducción al español.]

      Cuando se nos da la oportunidad de compartir, especialmente cuando comienza una discusión imprevista, no tenemos nada que temer. Es en esos momentos cuando podemos tener confianza en Dios. Solo tenemos que orar, abrir la boca, y Él la llenará con las palabras que quiere que digamos. Y Él será glorificado.

      En esta situación, no fui glorificada por mi estudio y preparación. Dios fue glorificado no solo porque Él fue el que preparó a Abby y Bob, sino también porque Su fidelidad puso las palabras en mi boca mientras yo hablaba.

      ¡Alabado sea Dios! ¡Él es fiel!

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        2 Comments

        • Kathy Hicks

          Hi Julie!

          This is more proof that God’s timing is perfect and intentional! As a Chaplain with the Billy Graham Ministry, I’m preparing to serve the devastated communities in South Florida in the wake of Hurricane Ian. This is my first disaster relief assignment and I’m nervous. Thoughts of me being caught speechless when called to pray or point people to Jesus have been racing through my mind. God’s prepared me for this, and I trust the Holy Spirit will work and speak through me when its time. Your blog was great reassurance to me that God has my back and all I need to do is go, and open my mouth! Thank you so much, Julie. Praying for health & safety in Costa Rica.

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            Julie McGhghy

            Thank you for sharing your heart in your comment. God has prepared you and called you. He will walk with you every step and every word! How exciting to be able to serve Him and the people in need. Let your light shine!

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